
Micro-Teatro
Queremos que leas esto las veces que haga falta… en voz alta, poniendole un tono de voz diferente a cada personaje. El Narrador tendra una voz mas grave, y sobre todo interpretando cada uno de los personajes que aparecen en el texto.
Es corto, así que lo harás en seguida. Pero es muy importante que uses bien la entonación y la expresión corporal de cada un@ (narrador, María, Pablo, etc)
Ayúdate de algún familiar o amig@ para hacerlo si lo prefieres!
Salud y diversión!
PICADIENTES
NARRADOR: Pablo era un niño pequeño que no sabía que muy cerca de él había unos pequeños monstruítos. Su amiga María intentó explicarselo un día.
MARÍA: Pero si están tan cerca que están dentro de ti!! Abre la boca y mírate en el espejo!
PABLO: Pues sigo sin ver nada…
MARÍA : ¿Ves esa manchita negra que tienes en la muela? Es la cueva que se está haciendo Picadientes…
PABLO: Picadientes, menudo nombre… ¿Qué hace en mi boca? ¿ Qué busca?
MARÍA: Vamos a llamarlo y que el mismo te lo explique… ¡ Picadientes, Picadientes! ¡ Sal de ahí!
PICADIENTES: ¿Quién me llama? Ah! Hola María! Qué te trae por aquí?
MARÍA: Pues mira, Pablo quiere saber qué haces dentro de su boca.
PICADIENTES: Pues comer, comer y comer!
PABLO: ¿Qué comes si mi boca está vacía?
PICADIENTES: Eso es lo que tú te crees… He encontrado tres granitos de deliciosa azúcar, un pedacito de chocolate, una miguita de pan… ¡ qué atracón me estoy dando! Pero no creas que es fácil… La comida está escondida entre los dientes y tengo que ir rompiéndolos y haciendo túneles para alcanzarlos, pero aunque es pesado, merece la pena. Además…me encanta dejar los dientes sucios y rotos porque luego duelen ¡ JA, JA , JA!
NARRADOR: Pablo empezó a asustarse pensando en el daño que Picadientes podía hacerle, pero alguien le llamaba desde la repisa del baño…
CEPILLO: ¡¡Chs, chs!! ¡Ey, Pablo! Aquí en la repisa! ¡No te austes! Soy el cepillo de dientes, y no te asustes por lo que ese bocho te acabq de decir.
NARRADOR: Cuando Picadientes escuchó al cepillo, corrió rápido a esconderse, porque a tan buen soldado siempre había que tenerle miedo.
CEPILLO: Has visto cómo se asusta de mi? Es por que sabe que conmigo no puede pelear. Yo soy mas fuerte que él. Si me frotas en tus dientes, prometo sacar todos los trocitos de comida de tu boca, y así, Picadientes tendrá que buscarse otra boca de alguien que no se cepille los dientes.
PABLO: Oh! Gracias! Dime qué tengo que hacer para que se vaya ahora mismo
CEPILLO: Tenemos trabajo, prepárate.
DOÑA PASTA: Estoy preparada Pablo, extiéndeme encima del cepillo.
NARRADOR: Pablo así lo hizo.
PABLO: Bien! Ahora frotaré una y otra vez para que se vaya de mi boca para siempre.
NARRADOR: Pablo frotó tantas veces, que Picadientes salió rápidamente y se fue a colar por el agujero del lavabo.
PABLO: ¡¡¡Esto es maravilloso!!!
CEPILLO: Sí, pero recuerda que nunca debe haber comida en tu boca, porque Picadientes puede volver. Ya sabes que estamos para ayudarte y no te olvides de hacernos una visita después de comer.
PABLO: No te preocupes, después del susto que he pasado, creo que no se me olvidará nunca.
NARRADOR: Como os podéis imaginar, desde aquel día, Pablo tuvo mucho cuidado de tener los dientes limpios todos los días.